jueves, 22 de octubre de 2009

Cuento para "lorudos"


COMO TIO CONEJO LES JUGO SUCIO A TIA BALLENA Y A TIO ELEFANTE. Carmen Lyra Pues señor, allá una vez tío Conejo se fue a cambiar de clima a la orilla del mar. Un día que andaba dando brincos por la playa se va encontrando con tía Ballena y tío Elefante que estaban en gran conversona. Tío Conejo se escondió entre unos charrales y paró la oreja para ver en qué estaban. Y en lo que estaban era en que el uno al otro no hallaban donde ponerse: Que, -tía Ballena, a usted sí que no hay quien le gane en fuerzas y eso de que ya se tomara usted tener las mías, es hablar por el hueso de la nuca. Que, -adió tío Elefante, no me salga con eso. usted sí que es ñeque. Sí, sí, donde se llora está el muerto... Y que esto, y que el otro, y que por aquí y que por allá. Bueno, para no cansarlos con el cuento, llegaron a convenir en que los dos tenían fuerzas y que lo mejor que podían hacer era unirse para gobernar toda la tierra. Pero a tío Conejo no le hicieron naditica de gracia aquellos planes y se puso a pensar: pues lo que soy yo les voy a dar una buena chamarreaban a ese par de monumentos, ¡Ay! ¡Y la enredada de pita que les voy a dar! Y no fue cuento sino que enseguida se puso en funcia: se fue a buscar una coyunda muy fuerte, muy fuerte y muy larga, muy larga; después yo no sé de dónde se hizo de un tambor que escondió entre unos matorrales y corrió a buscar a Tía Ballena. Por fin dio con ella. -Tía Ballenita de Dios. ¡Qué a tiempo me la encuentro! ¡Viera qué caballada me ha pasado! ¿Pues no se me metió la única vaquita que tengo entre un barril como a media legua de aquí? -No diga eso niño, ¿y eso cómo? -¡Sepa Judas! El caso es que allí me la tienen en ese atolladero y como es tan poquita, está llora y llora, con el barro hasta el pescuezo. Por vida suyita Tía Ballena, sáqueme de este apuro, usted que es él más fuerte de todos los animales y además tan noble. Tía Ballena se volvió muy chiquiona al oír estos pericos y al momento se puso a las órdenes de Tío Conejo. ¡No faltaba más, sino que se le fuera a ahogar en barro su vaquita, estando ella allí! -¡Quién otra lo podía hacer! -dijo Tío Conejo-. ¡Bien me lo habían dicho, que no la vieran tan grande que hasta que da miedo, pero con un corazón que es un alfeñique! Lo que vamos a hacer es que yo voy a amarrarle una punta de esta coyunda de la cola y la otra voy a ver cómo se la amarro a mi vaquita. Cuando todo esté listo toco en mi tambor. Al oír el redoble, se me pone usted a jalar con toda alma. -Ni diga más Tío Conejo, no me llamo Tía Ballena si no se la saco aunque este hundida hasta los cachos. De veras, Tío Conejo amarró la coyunda de la cola de Tía Ballena y después el muy papelero, cogió tierra adentro haciéndose el afanado. Apenas calculó que la otra no lo veía se puso a bailar en una pata y a cantar. Después se fue a buscar a Tío Elefante y cuando lo divisó se hizo el encontradizo: -¡Ay Tío Elefante, sólo Dios pudo habérmelo reparado!- ¡Vieras en las que ando! -¿Qué es la cosa hombre? - preguntó Tío Elefante. -¿Pues qué me había de pasar? Que le parece que tengo una novillita chúcara que se me ha metido entre un barril a media legua de aquí y no hay modo de sacarla. Allí estoy desde buena mañana sudando la gota gorda y la confisgada cada vez se hunde más. Mire Tío Elefante, usted que es tan fuerte y tan noble, que dicen que nadie le gana, por qué no hace una gracia conmigo y de un tironcillo con su trompa, como quien no quiere la cosa, me la saca. Tío Elefante le dijo que bueno, que le explicara lo que tenía que hacer. Tío Conejo contestó: -Pues nada más que dejarse amarrar el extremo de esta coyunda de su trompa. Enseguida iré yo y con mil y tantos trabajos amarraré mi novillita de la otra punta. Cuando todo esté listo redoblaré en mi tambor y entonces usted se pone a jalar con toda alma porque está muy metida. -No tengas cuidado y aunque fuera más pesada que mil vacas juntas yo la saco. Si eso es un juguete para mí. Amarrá bien, hombre. Tío Conejo le requintó bien la coyunda en la trompa y luego se alejó en una pura micada como sí fuera muy agradecido. Así que estuvo a la mitad de la distancia entre los dos, sacó el tambor y se puso a redoblar. Tía Ballena comenzó a tirar, pero la vaquita no-tenía trazas de salir. Tío Elefante jalaba y jalaba y nada. -¡Demontre con la vaquita para pesar! -¡Carasta! Si la novillita chúcara pesa más de lo que yo pensaba. Y siguieron cada uno por su lado a más y mejor. En una de tantas, como Tío Elefante se iba arrollando a la coyunda en la trompa, se trajo a Tía Ballena a tierra; pero Tía Ballena se calentó tanto, que no supo a qué horas se tiró al agua y fue a dar al fondo y ya me tienen al otro patas arriba corriendo hacia la playa sobre el espinazo. Del colorón dio tal jalonazo que se volvió a traer a Tía Ballena a la superficie. -¿Quién es el atrevido que está en ese juguete conmigo? ¿Conque esa era la vaquita? -¿Quién es el tal por cual que no me respeta? ¡Miren la novillita chúcara! - gritó Tío Elefante que había hecho a un lado su cachaza y estaba más caliente que un avispero alborotado. ¡En esto se van viendo! ¡Ave María, Gracia Plena! ¡Aquello sí que era contento! ¡Qué bocas y lo que se dijeron! -¡Yo te contaré, trompudo, labioso, poca pena! ¿No te da vergüenza ver que te cogí la maturranga? ¡Creyó que yo me iba a dejar, como soy una triste mujer, para quedarse gobernando solo! -¡Cállate vieja bocona!. ¡A vos que no se te puede creer! ¡Quería salir de mí para quedarse reinando...! ¡Convidándome para que gobernáramos juntos y ya con su tortón entre la jupa! Y no fue cuento, sino que se pusieron otra vez a tirar de la coyunda cada uno por su lado. Por fin la coyunda no resistió y ¡Trac! Reventó y Tía Ballena bien acardenalada y con la cola desollada fue a parar a los profundos y Tío Elefante fue a dar por allá, otra vez patas arriba, con la trompa bien luyida. Y Tío Conejo que ya no aguantaba el estómago de tanto reír, escondido entre los charrales. No hay para qué decir que Tío Elefante y Tía Ballena quedaron enemigos y se quitaron el habla para siempre. Y cabalmente eso era lo que Tío Conejo andaba buscando, para que no volvieran a hacer planes de gobernar ellos dos la tierra. Y colorin colorado...
Quinta Feria del Arte de Bogotá acoge obras de artistas de 13 países. Además de la muestra de las galerías, el público podrá apreciar un pabellón de jóvenes artistas y otro de arte infantil.

Y por último un video.. como para el tio conejo para que deje de ser tan pelión...

3 comentarios:

  1. El tío conejo tiene infinidad de cuentos y esos si son puro cuento!!!!

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  2. ... ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazon
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    TE SIGO TU BLOG




    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesia ...


    AFECTUOSAMENTE
    CUENTOS EMPITUCADOS




    jose
    ramon...

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  3. Jose Ramon: Es tan rico saber que existen tejedores de sueños, sueños de paz, desde hoy cuentas con mis ilusiones, fantasías y arco iris para desde los rincones en la distancia ayudar a bordar el sueño de paz tuyo y de muchos, como mío también.

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